top of page
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
  • Google+ - Black Circle

Mi Experiencia En El Campo Misionero. Misiones Junio.


Soy hija de una pareja de misioneros. Salimos de nuestro país, México, en el año 2016 para compartir la Palabra de Dios en el país de Ecuador. Hemos cumplido tres años viviendo aquí, hemos ayudado en algunos lugares y, también, hemos trabajado en tres diferentes zonas.

*** Estuvimos seis meses en la Ciudad de Santo Domingo, Ecuador; se encuentra en la parte de la costa, es húmedo y hace calor; la gente es muy abierta y hay una gran cantidad de habitantes en esta ciudad.

La iglesia "Sumaj Jerusalén" fue al primer lugar al que llegamos. Esta iglesia es conformada, en su gran mayoría, por indígenas Quechuas y, precisamente por eso, yo estaba un poco nerviosa y tenía una combinación de emociones.

Empezamos a ganar almas por todo Sto. Domingo, por las mañanas y por las tardes; dando clases de discipulado bíblico, realizando clubes bíblicos, mi papá enseñando en la iglesia, mi mamá dando clases a las mujeres, mi hermano y yo ayudando en lo que fuera necesario. Entregamos nuestro corazón, cien por ciento, al ministerio y a Ecuador.

Rápidamente vi resultados en TODA la iglesia. Los hermanos tenían ese corazón dispuesto, las hermanas tomando convicciones de su vestimenta, los jóvenes ayudando en todas las actividades y todos se estaban acercando más a Dios.

Yo le tomé cariño a la iglesia porque ellos ya eran parte de nuestra vida y, hasta ahora, sigue nuestra amistad con ellos.

Gracias a Dios pudimos encaminar a dos señoritas para que estudiaran en el Colegio Bíblico de San Luis Potosí. A mí me da tanta alegría que tuvimos una buena influencia en los hermanos, y todo por nuestro testimonio, gracias a Dios pero, hay una historia detrás de esto y que casi nadie sabe:

Tristemente, años atrás, la iglesia estaba luchando con problemas y situaciones con el pastor de la misma. Nosotros llegamos en el momento menos adecuado y, cuando todo ésto llegó a su límite y el pastor tuvo que salir de la iglesia , sin entrar en detalles, nosotros fuimos afectados también, porque veníamos con el corazón dispuesto, a trabajar y jamás habíamos pensado que pasaríamos por esta situación en la que, prácticamente, también quedamos fuera. Yo no sabía qué íbamos a hacer porque habíamos llegado a esa iglesia para apoyarles con un proyecto de dos años, pero sólo permanecimos algunos meses ahí.

Después, el Pastor Franco Loyola, nos dio un recorrido por algunos lugares hermosísimos de Ecuador, conocimos la costa, la sierra y el oriente; también conocimos algunas iglesias, la iglesia del Pastor Galo quien nos mostró sus misiones y nos dijo que había algunas que necesitaban una familia que les apoyara, estuvimos orando algún tiempo y Dios nos mostró, como familia, en cuál podíamos ayudar.

*** El segundo lugar en el cual estuvimos trabajando, fue en la sierra; estuvimos ahí un año y medio; este es un municipio de la ciudad de Ambato, llamado Pillaro, es pequeño y lindo (por cierto, hace muchísimo frío). Este lugar es muy idólatra y fiestero; la iglesia que se encuentra ahí es pequeña, por lo que la gente es muy dura y cerrada para escuchar el Evangelio.

Igualmente, empezamos a trabajar; primeramente en la ganancia de almas y a visitar a hermanos que ya no asistían a la iglesia. Poco a poco empezamos a animar a los hermanos a que no dejaran de congregarse. También íbamos, muchas veces, a repartir folletos en las plazas y en los parques.

En esta iglesia, rápidamente pude hacer amistad con todos los hermanos y los pocos jóvenes que habían; vi un cambio muy drástico en esta Iglesia, antes se veía un poco triste, pero Dios nos ayudó a darle esa chispa que faltaba: que se notara que somos cristianos.

Aquí si realizamos varias actividades:

  • Cenas de Navidad para convivir con la iglesia.

  • El Día del Amor y la Amistad: donde hacíamos cenas para las parejas.

  • El Día de la Madre: realizamos un culto especial para ellas.

  • El Día del Niño: me disfrazaba de payasita junto con otros jóvenes y hermanos.

  • Realizábamos clubes bíblicos entre nuestra iglesia y otras iglesias, al igual que dar clases sobre la Biblia a niños que estaban en otro pueblito de Pillaro.

También realizamos algunas conferencias como para la familia, conferencia de misiones organizándonos, con la iglesia, por países y también pudimos celebrar un aniversario con la iglesia. Este día sí que fue ¡enorme!

Aunque realizamos varias actividades en la iglesia, no iba mucha gente porque en este lugar son demasiado cerrados, aquí si batallamos un poco. Recorrimos, como dos veces, Pillaro, junto con otros pueblitos que habían a su alrededor; aquí sí que sudamos por la gente, ya que no querían dejar sus tradiciones y costumbres; pasamos de todo, a veces los hermanos iban, y a veces no, a veces ganábamos almas con nosotros, y a veces sólo nosotros, a los hermanos de la iglesia les faltaba tener ese compromiso con Dios, pero poco a poco les íbamos animando.

Después, la asistencia fue aumentando un poco más (teníamos una asistencia de 50 personas), ya se habían establecido varios hermanos, teníamos gente nueva que se estaba convirtiendo, ya asistían más a la iglesia y se estaba viendo ese amor entre los miembros de la iglesia; obviamente pasamos por pruebas como iglesia, pero combatíamos siempre con la Palabra de Dios y con oración, Dios siempre estuvo ahí con nosotros.

*** Nosotros pensábamos ya quedarnos en este lugar ya que estábamos estables en la iglesia, acostumbrados al clima, a la gente, a sus lugares y calles, pero tuvimos que salir de este lugar e irnos a uno más cálido, por la salud de mi mamá, ya que le diagnosticaron principios de artritis, y como el frio de Pillaro era tan fuerte, pues le afectaba sus huesos y se le dificultaba mover sus manos, brazos, sus pies…estuvimos orando y esperando la voluntad de Dios que siempre es lo mejor. Pasaron algunos meses y el Pastor Franco nos comentó que una iglesia en la costa estaba sin pastor. Seguíamos orando y vimos que podíamos ir a apoyarlos; por otro lado, también estuvimos orando para que una familia pastoral se quedara en la iglesia de Pillaro, gracias a Dios, ahora está a cargo una familia venezolana.

*** Es así como llegamos al lugar número tres. Actualmente estamos trabajando en la Concordia, es parte de la Ciudad de Sto. Domingo, llegamos en agosto del 2018. Este lugar es húmedo y hace mucho calor, es un poco grande y parece un ranchito, por lo que la mayoría de sus calles no están pavimentadas.

"La Iglesia de la Fe la Concordia" es pequeñita, alguna gente es abierta, pero no se comprometen con Dios.

Nuestro comienzo fue visitando, primeramente, a los hermanos, ya que la iglesia se había dividido. Gracias a Dios, algunos regresaron y siguen fieles. Empezamos con ganancia de almas, el grupo era bueno, los hermanos estaban dispuestos a trabajar con nosotros en el ministerio, pero hacía poco que ya nadie iba con nosotros a ganar almas y es ahí donde veo que Dios nos está dando pruebas y nosotros tenemos qué seguir.

  • Tratamos de salir a las plazas a repartir folletos.

  • Nuestro primer evento fue un culto especial en diciembre, regalamos dulces a los niños e hicimos comida para convivir con los hermanos y los invitados.

  • También acabamos de realizar una cena de matrimonios en el mes de febrero, donde todos los jóvenes ayudamos como meseros.

Hoy en día, las familias y los hermanos se están restaurando. Ahora he visto que están un poco más animados y creciendo en la Palabra, aprendiendo los libros de la Biblia, tratando de ir a ganar almas, ayudar en la iglesia y, gracias a Dios, hay hermanos que apoyan siempre en la iglesia; algunos están enseñando en la escuela dominical a los niños, otros dirigiendo la música y los himnos. Estoy agradecida porque tenemos gente que nos apoya en el ministerio.

Aquí hemos batallado un poco más económicamente, el pastor anterior dejó la iglesia endeudada y nosotros éramos los que pagábamos, ya que la iglesia no tenía nada de dinero.

En esta iglesia vi hermanos lastimados de parte del pastor anterior y tampoco querían saber nada sobre la Palabra de Dios.

Hemos cumplido siete meses, es poco tiempo el que tenemos en esta iglesia, aún seguimos teniendo algunas pruebas con los hermanos, a veces se desaniman, pero les seguimos aconsejando y guiándoles con la Palabra de Dios que es la única que puede sanar las heridas del alma.

Actualmente hay unos treinta miembros fieles, la iglesia no ha estado estable, pero esperemos que pronto lo esté y que Dios nos permita que la iglesia crezca enormemente.

-Después de haber trabajado en cada uno de estos lugares, a parte de estas experiencias, hemos pasado por pruebas, necesidades, tristezas, pero puedo decir que también he pasado momentos inolvidables con gente muy linda que nos quiere y que, ellos, igualmente, nos han animado en situaciones difíciles.

A parte de estas historias, detrás de ellas hay más historias qué contar a detalle, pero si les contara, se volvería un libro o una biografía, pero ya les compartiré más adelante.

Trabajar en el campo misionero, como hija de misioneros, a veces tiene sus pros y sus contras, pero Dios, poco a poco, me está moldeando, me está enseñando a depender más de Él y he aprendido a tener paciencia, ya que estoy orando mucho para poder regresar a mi país México, algún día. Extraño mucho a mis amigos y a mi familia, por lo que, espero que Dios provea y que se haga Su voluntad.

Espero que les haya sido de bendición mi testimonio sobre cómo es trabajar en el campo misionero, viéndolo desde mi punto de vista, porque no es lo mismo el sentir y el testimonio de nuestros padres que están al frente, que como hijos quienes vamos detrás de ellos. Nosotros vemos cosas diferentes y tenemos luchas diferentes. A pesar de cómo ha sido nuestra situación, de que veníamos por un proyecto de dos años y Dios cambió los planes, aún sin contar con apoyo económico, decidimos seguir adelante aquí en Ecuador y Dios nunca nos ha dejado, siempre ha cuidado de nosotros.

Les compartiré un versículo que me encanta mucho (aunque todos me gustan)

Proverbios 21:31 "El caballo se alista para el día de la batalla; Mas Jehová es el que da la victoria."

Las quiero y que Dios las bendiga siempre, siempre.

¡Besos y abrazos desde el país de Ecuador!


TRANSFORMADAS 2019

bottom of page