“El Verdadero Gozo” - Artículo #16
- Transformadas IBBSLP
- 19 mar 2019
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Desde hace algún tiempo, Filipenses se ha convertido en uno de mis libros favoritos de la Biblia, es un libro en el cual el Apóstol Pablo quiere ofrecer instrucciones a todos los creyentes sobre cómo avanzar aún más en su crecimiento espiritual. Ninguno de nosotros ha llegado espiritualmente a un grado final y completo. Pablo quiere agradecer y elogiar a la Iglesia en Filipos, pero no quiere que se relajen y se acomoden y caigan en la apatía. Todos estamos a un paso del fracaso. Pero si no fuera por la generosa provisión de la gracia de nuestro Dios asombroso, todos nos encontraríamos solos y quebrantados.
¿Es, el gozo, una experiencia basada en el comportamiento o es una experiencia basada en la gracia? Puesto que Pablo ya lo ha incluido como fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:22), uno debe asumir que es una cuestión de gracia, no de obras. Si es una cuestión de gracia, entonces debe ser también una obra del Espíritu Santo, y, como tal, debe ser cultivada en un modelo de fe.
¿En dónde prospera el verdadero gozo?
El gozo verdadero prospera en el sufrimiento. Filipenses 1:12-30
El gozo verdadero prospera en el servicio. Filipenses 2:1-30
El gozo verdadero prospera en el sacrificio. Filipenses 3:1-21
El gozo verdadero prospera a través de la sumisión. Filipenses 4:1-20
A) El verdadero gozo es una bendición. Filipenses 1:1-7
Toda bendición espiritual fluye por gracia y porque estamos en paz con Dios. Todos los eventos de la vida son regalos amistosos de nuestro Dios misericordioso. (Romanos 5:1-11)
Cada creyente tiene igual acceso a la abundancia de gozo que Dios ofrece libremente y una persona en el liderazgo no tiene más derecho a estos “beneficios” que la primera vez que asiste a la Iglesia; de lo contrario ya no sería gracia.
B) El verdadero gozo comienza con amor. Filipenses 1:8-14
El patrón no comienza con el gozo sino con amor. El amor siempre viene primero y el gozo le sigue.
En ambos Testamentos, el amor es “lealtad al Pacto.” Una comprensión exacta de las promesas siempre conducirá a una experiencia apropiada del cumplimiento de la promesa.
El gozo siempre fluye del amor, y el amor sólo puede existir donde hay conocimiento de Dios y discernimiento en Él.
El gozo no es más que un subproducto de lo principal. No es una cuestión de un vaso medio lleno o medio vacío; es una cuestión de estar completamente lleno o completamente vacío.
La vida sin amor es una vida sin gozo.
C) Hay verdadero gozo cuando se predica el evangelio. Filipenses 1:15-18
El evangelio no está empoderado por ninguna emoción o esfuerzo humano.
Es, en sí mismo, el poder de Dios para salvación (Romanos 1:16).
Mientras el evangelio sea presentado con precisión, el Espíritu Santo puede abrir corazones para creer y responder a ese evangelio.
El poder del evangelio está con el Espíritu no con la persona que entrega el mensaje.
D) Todo verdadero gozo proviene de Cristo. Filipenses 1: 19-21
Si Cristo es primero, entonces otros siempre serán segundos. Si esto es cierto, entonces nunca nos decepcionaremos porque Dios nos ha dado su promesa absoluta.
E) El gozo de los demás es una fuente de gozo. Filipenses 2:1-8
El gozo no es exclusivamente, ni principalmente, un acontecimiento individual. Siempre es un evento comunitario.
F) Sin una relación con Jesús no hay gozo. Filipenses 2:17-23
Cada persona debe tener una relación con su Salvador antes que con cualquier otra cosa o persona.
Servir a otros nos trae gozo. Filipenses 2:4
No nos quedamos aquí para ser servidos, sino para servir y dar nuestras vidas a Dios para su servicio. El verdadero gozo sólo puede ser experimentado cuando servimos a los demás y suplimos sus necesidades. El gozo verdadero y completo no puede existir aparte del servicio.
G) Nuestro gozo no depende de las circunstancias. Filipenses 4:14-23
Dios nos dice que podemos estar gozos en medio de cualquier circunstancia.
Dios está más interesado en cambiar nuestras actitudes más que nuestras circunstancias. Las circunstancias son herramientas de Su gracia.
Una persona no pude controlar lo que sucede en su vida, pero si puede controlar qué y cómo elige vivir y cómo enfrenta sus situaciones.
No dejes que las circunstancias de este día, o cualquier día, te detengan, ni te desanimen. El plan de Dios no ha cambiado y tampoco Su carácter.
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