¿Y mi corazón? - Artículo #15
- Sofia Alvarez
- 7 ene 2019
- 3 Min. de lectura

¡Hola a todas! Espero que se encuentren muy, muy bien. Hoy quiero compartir con ustedes, un poco sobre lo que Dios me ha mostrado en estos días.
Hace poco estaba leyendo, en mi Biblia, el libro de Génesis y algo llamó mucho mi atención en el capítulo 9, versículos del 20 al 21, que dicen así:
"Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña; y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda."
Si nos ponemos a pensar, yo me imagino que Noé estaba muy contento y agradecido con Dios por haber salvado a su familia y por darles una nueva oportunidad para volver a empezar.
Y, ¿sabes? creo que muchas de nosotras estamos igual que Noé, muy agradecidas con Dios por darnos nuestra familia, amigos, iglesia, por la oportunidad para comenzar este año nuevo y muchas cosas más pero, la pregunta es, ¿qué estas dejando entrar en tu corazón?
La Biblia nos dice que, después de que Noé Le agradeció a Dios por medio del altar que Le hizo, y que Dios hizo pacto con él y con la tierra de no volver a destruirla, Noé empezó a trabajar la tierra y empezó a hacerlo con muchas ganas, como muchas de nosotras iniciamos este año pero, descuidamos una cosa: las semillas que estamos plantando en nuestro corazón, es decir, aquello que estamos dejando entrar en él.
Cuando vemos que la Biblia nos habla sobre la tierra, muchas veces hace referencia a nuestro corazón, y en el versículo que leímos, dice que Noé empezó a trabajar la tierra, y creo que muchas de nosotras al empezar este año, empezamos a trabajar también en nuestro corazón; tal vez te propusiste leer toda tu Biblia en un año, tener una vida de oración más fuerte, tener mejor comunicación con tus padres, etc.... ¡y todo eso esta bien!
Pero, no debemos olvidar los detalles más pequeños, ni todas aquellas cosas que dejamos entrar en nuestro corazón y que tan sólo traerán destrucción a nuestra vida.
Por ejemplo, ¿qué tipo de música escuchas?, ¿es música que te acerca más a Dios y es de edificación?, ¿es música que alimenta tus malos deseos, a tu carne? ¿qué tipo de programas de televisión ves?, ¿Le agradaría a Dios que veas eso? ¿qué tal tu relación con tus padres?, ¿los honras y respetas como Dios te manda? ¿qué tipo de cosas ves en tu celular, son cosas agradables, que fortalecen tu pureza y relación con Dios? ¿qué tal tus palabras?, ¿son de edificación a los que te rodean, y de alabanza a Dios? y etc... hay muchas cosas que podría seguir mencionando pero, tú y yo sabemos con qué batallamos.
Las ánimo a que, en este año que está empezando, nos examinemos y veamos qué es lo que estamos dejando entrar en nuestro corazón, pregúntate por qué tienes ciertas actitudes, por qué dices ciertas palabras, por qué haces ciertas cosas, y pídele al Señor que limpie tu corazón.
"Porque yo reconozco mis rebeliones, y mi pecado está siempre delante de mí.
Purifícame con hisopo y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí."
(Salmo 51: 3, 7 y 8)
Uno de mis versículo favoritos es Proverbios 22:11, que dice así:
"El que ama la limpieza de corazón, Por la gracia de sus labios tendrá la amistad del rey."
Hermana, señorita, este año, búsquemos la limpieza de nuestro corazón, Dios no puede usarnos, bendecirnos y hablarnos, si dejamos entrar el pecado en nuestro corazón.
Lamentablemente ese mundo busca de la manera más sútil, meter el pecado en nuestra vida, por eso, la Biblia también nos dice:
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo..." (1Juan 2:15)
"Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe..." (1Pedro 5:8-9a)
Mantegámonos alertas. "En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor; gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las necesidades de los santos, practicando la hospitalidad." (Romanos 12:11-13)
Hay muchas formas en las que podemos mantenernos ocupadas, guardando nuestro corazón, y sirviendo al Señor, pero, también Dios nos ha dado las herramientas para sembrar buenas cosas en nuestro corazón, como:
-Su palabra - Memoriza.
-La oración - Mantente en constate comunión con Él.
-La Iglesia - Sirve en todo lo que puedas.
-Su Espíritu - Escucha y obedece Su voz.
Las pequeñas cosas que dejamos entrar en nuestro corazón, son las que pueden traer la más grande bendición o maldición a nuestras vidas, ¿qué te gustaría tener?
Espero de todo corazón, que les sea de bendición.
Dios les bendiga.
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