El Verdadero Gozo. Artículo #12
- Sofia Alvarez
- 19 jun 2018
- 4 Min. de lectura

Últimamente, al ver el rostro de las señoritas... puedo ver rostros "apagados", llenos de tristeza, amargura, tan faltos de paz y gozo cuando, se supone que, nuestra juventud es una de las etapas más hermosas.
Y, ¿sabes qué es lo más triste de todo esto? Sí, que estos rostros, no sólo los encuentras en la calle, sino también en nuestras iglesias. Es tan triste ver cómo en reuniones o conferencias de señoritas, las oradoras tengan qué decirnos: "¡sonrían!, esto es una reunión de señoritas, no de damas."
Y, es que, ¿sabes cuál es la razón?
Bueno, la Biblia nos da la respuesta:
"Todos los días del afligido son difíciles, más el corazón CONTENTO tiene un banquete continuo."
(Proverbios 15:15)
"El corazón alegre hermosea el rostro; Más por el DOLOR DE CORAZÓN el espíritu se abate."
(Proverbios 15:13)
En estos dos versículos, veo dos causas por las cuales las señoritas, de hoy en día, no podemos tener un rostro apacible y lleno de gozo.
#1. No podemos tener gozo, sino tenemos gratitud.
Creo que, lamentablemente, nos hemos conformado tanto a este mundo, que nuestros ojos y corazón se van rápidamente tras lo terrenal, ya sea, hacia la ropa de última moda, o a los celulares, cámaras fotográficas, libros, uñas, lugares e, incluso, personas y, al ver que no podemos tener todo eso que tanto deseamos y que pensamos que nos va satisfacer, ¿qué pasa? Sí, nos sentimos tristes, decepcionadas e, incluso, amargadas al no tener lo que, según tú y yo, "merecemos" y, lamentablemente, nuestro enojo no es en contra de nosotras mismas por tener una actitud incorrecta, sino ¡contra Dios!, y nos alejamos de Él, como si nosotras, al hacerlo, lo castigáramos.
Y bueno, si tú, al igual que yo, has caído en el engaño de este mundo, creyendo que te mereces todo, la solución es:
"Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios"
(Colosenses 3:2-3)
¡Qué mayor causa de gratitud, que saber que, gracias al sacrificio de Cristo en la cruz, tú y yo, no recibimos lo que realmente merecemos: ¡pasar la eternidad en el infierno!
Hermana, señorita, sí tú ya has aceptado a Cristo como tu único y suficiente Salvador, ¡gózate en Él!
No pierdas tu tiempo, ni tu juventud en las cosas temporales, ¡invierte en lo eterno!
Pasa tiempo con Dios, sirve en tu Iglesia local y ve y comparte, con otros, de aquel quien murió para darnos vida.
Y, si tú estás leyendo esto, y aún no has aceptado a Cristo como tu Salvador, ¿qué esperas? Acepta ese hermoso regalo, reconociendo que, sin Él, tu camino va directamente hacia el infierno y que, sólo a través de Él, gozaremos de vida eterna y verás cómo el servir y pasar tiempo con Dios te transformarán por completo y, entonces, al igual que nuestro Señor Jesucristo, podrás tener un rostro resplandeciente.
"Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente."
(Lucas 9:29)
#2. Un corazón que busca placer, jamás conocerá el verdadero gozo
Tal vez, hasta este punto, pienses que este artículo ya es demasiado largo, pero te animo a que no te vayas, ¡Dios me habló mucho a través de esto y estoy segura de que también te hablará a ti!
En nuestra actualidad, ¡es sorprendente ver cómo con tanta facilidad las niñas y señoritas pierden su pureza física y emocional al tener relaciones impropias, con chicos, a muy temprana edad!
Pareciera que sí no tienes novio eres un fenómeno, una "aguafiestas" o una anticuada y, lamentablemente, muchas señoritas y niñas han caído en este juego, y queriéndose liberar de esa "presión de grupo" y encajar en esta sociedad perversa, ceden ante el enemigo y regalan su pureza a este mundo, pensando que, al hacerlo, tendrán gozo, pero, ¡No! El noviazgo que promueve el mundo es tan egoísta y momentáneo. Pareciera que su lema es: "Prueba, si funciona o te gusta, ¡bien!, pero si no, déjalo (a) y busca alguien más." Y, ¿qué crees?, todo esto ha dejado muchos "corazones rotos", o como dice nuestro versículo "dolor de corazón" y, eso, tiene como resultado que se vean espíritus tristes, abatidos, y vidas destruidas porque:
"Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte."
(Proverbios 14:12)
¡Señorita! ¡no caigas en este terrible juego del placer!, ¡no cedas ante la presión de grupo!, ¡ahí sólo hallarás dolor y tristeza! Mejor:
"Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia...
Adorno de gracia dará a tu cabeza, corona de hermosura te entregará."
(Proverbios 4:5-9)
"Hay asimismo diferencia entra la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu..."
(1Corintios 7:34)
Señorita, si quieres guardarte en santidad para servir a tu Señor, y cuando llegue el tiempo, gozar de un hermoso matrimonio al lado de tu esposo, ¡ten cuidado de las cosas del Señor!
Y, sí te das cuenta, ambos puntos nos llevan a la siguiente conclusión:
"Regocijaos en el Señor, siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!"
(Filipenses 4:4)
Hermana, señorita, ¡aprende a gozarte en tu Dios!, ¡gózate en Su salvación!, ¡deléitate en Su servicio! y ¡alégrate, al compartir con otros, el amor de Cristo!
Dios te bendiga.
Sofia Alvarez B.
Revisado por: Hna Lolis Durcik
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