Dariana Durcik. Testimonio #7
- Dariana Durcik
- 10 may 2018
- 5 Min. de lectura

Mi nombre es Dariana Durcik, tengo 16 años y nací en los Estados Unidos. Tengo una hermana menor que se llama Erika, quien, gracias a Dios, también es mi mejor amiga.
He tenido los privilegios de haber nacido en un hogar Cristiano y de haber asistido a "Cleveland Baptist Church" (Iglesia Bautista de Cleveland). Gracias a Dios, estuve ahí los primeros diez años de mi vida.
Fue en esa iglesia, durante una conferencia de avivamiento, que confié en Jesucristo como mi único y suficiente Salvador personal el 27 de septiembre del 2006 y el 8 de abril del 2007, un Domingo de Pascua de Resurrección, fui bautizada en la misma iglesia.
También tuve la bendición de asistir a la escuela cristiana "Heritage", ministerio de la iglesia y ahí empecé mis clases de piano a los 4 años de edad, con una maestra de la misma escuela. Igualmente, otra querida hermana de la iglesia accedió, gustosamente, a darme clases de flauta.
Podría decir que tuve una vida perfecta ahí: Ayudaba en una iglesia maravillosa que Dios estaba usando en mi vida y en la de muchísimos otros, asistía a una escuela cristiana, tenía amigos, muchos de los hermanos de la iglesia se preocupaban por nuestra familia pero, todo cambió cuando mis padres nos dijeron, a Érika y a mi, que Dios nos había llamado para una misión especial y que íbamos a servir al Señor en Morelia, Michoacán, México.
Estaba muy emocionada de que Dios nos llamó a ser misioneros de Su obra, estaba, también, feliz de mudarnos a México porque algunos de mis familiares viven en Morelia, pero estaba triste por salir de los Estados Unidos porque ahí tenía todo lo que yo podía desear.
Recuerdo que la gente venía a nosotros y nos preguntaba que cuándo nos iríamos. Nuestro plan original era venir a México en octubre del 2011, y les decíamos a todos que en esas fechas, pero Dios tenía otros planes. La fecha se movía y la seguíamos moviendo. Primero decíamos que en octubre del 2011, después que en noviembre y, luego, que no, que en diciembre. Finalmente, el año 2012 llegó y mis padres decidieron aceptar y comenzar a decir que nos mudaríamos cuando Dios nos lo indicara. Fue hasta el 12 de junio del 2012 que viajamos a Chicago, Illinois, para abordar el avión que nos traería a México.
Por fin, llegamos a Morelia el 13 de junio del 2012 a la Iglesia Bautista que Dios ya nos había mostrado para venir a apoyar y, fue en esa iglesia, que el 28 de febrero del 2013, durante una conferencia misionera que fuí llamada para servir a Dios de tiempo completo. Tuvimos muchas experiencias maravillosas y otras no tanto y también desarrollamos amistades muy bonitas con algunos de los hermanos.
A mediados del 2014, por varias razones, empecé a sentirme incómoda en la iglesia. Me sentía como muy oprimida ahí, me di cuenta de que ya no estaba creciendo espiritualmente, no estaba desarrollando mis talentos para el servicio de Dios pues no había practicado piano por poco más de dos años ya que no tenía uno en mi casa para hacerlo y en la iglesia no nos dejaban usar el que tenían ahí; tampoco toqué la flauta por ese tiempo, si acaso, una vez, pues no se nos permitía hacer otra cosa más allá de lo que el pastor autorizara, así que, tenía razones para la falta de mi crecimiento y, al mismo tiempo, cosas pasaban y decisiones se tomaban que no tenían congruencia alguna con la Palabra de Dios, al contrario, eran antagónicas.
El 28 de diciembre del 2014, después de varios meses de oración familiar, de buscar el rostro de Dios, de haber hablado de las situaciones a la Luz de la Palabra de Dios con la autoridad de esa iglesia y sin haber visto cambio alguno, nos despedimos de esa iglesia. Dios nos indicó, de una forma tan clara, a los cuatro que somos de mi familia, por separado, el mismo dia, que debíamos salir de ahí e ir al lugar que Él nos mostraría.
Dios, definitivamente, cambió nuestra dirección.
Como Abraham de la Biblia, no sabíamos a dónde Dios quería llevarnos, ni dónde quería usarnos y tampoco sabíamos cuál sería ese lugar para nosotros para que siguiéramos creciendo espiritualmente y nuestras vidas continuaran siendo transformadas por Él; así que, decidimos comenzar a orar y a visitar otras iglesias en Morelia, primeramente, por si Dios quería que permaneciéramos aquí.
La primera iglesia que visitamos fue Iglesia Bautista "Esperanza Viva", a cargo del Pastor Jim Gardner, el 8 de enero del 2015.
Inmediatamente nos sentimos como en casa en esa iglesia, pero mis papás querían asegurarse de que no era una emoción, deseaban que Dios nos lo hiciera saber bien y nos confirmara con Su Palabra de que era ahí y no en otro lado.
Estuvimos visitando otras iglesias en sus servicios a mitad de semana, pero los domingos íbamos a "Esperanza Viva".
Un domingo, el Pastor Jim se me acercó y me dijo que podía tocar la flauta en su orquesta, mientras asistíamos y mientras decidíamos como familia cuál sería la iglesia donde nos quedaríamos.
No desperdicié tan grande oportunidad e inmediatamente acepté. En ese entonces, la orquesta consistía en un piano y un violín.
Todavía no decidíamos, "oficialmente" sobre el quedarnos en esa iglesia cuando Dios nos dio otra gran oportunidad, a mi hermana y a mi, que fue el asistir a un campamento de música en Cuernavaca en ese febrero. Realmente, eso me dio un empujón muy grande para avanzar con la flauta y fue el 22 de febrero del 2015 cuando, oficialmente, nos hicimos miembros de "Esperanza Viva" gracias a la guía de nuestro Señor.
A fines de febrero, Dios nos abrió una puerta muy grande para comprar un piano para tenerlo en casa.
El Pastor Jim ya me había dicho que quería que yo fuera la pianista de la iglesia una vez que su hija se fuera a la universidad en ese otoño siguiente.
En abril, comencé a tocar el piano en la iglesia, un himno a la semana, hasta que supe lo suficiente como para asumir el control.
En noviembre, Dios me dio la oportunidad de enseñar flauta a una joven en la iglesia.
Al año siguiente, 2016, comencé a enseñar piano a dos lindas niñas.
Dios usó esas oportunidades en mi vida para mostrarme que Su deseo para mi es que Le sirva en el área de la música.
Después de tenerlo tan claro, empecé a orar y a buscar diferentes colegios universitarios cristianos en los Estados Unidos. Me sentí atraída por The Crown College of the Bible en Powell, Tennessee y en Octubre del 2017 tuvimos la bendición tan bonita y enorme de conocer esa universidad personalmente y familiarmente.
Mientras estuvimos ahí, Dios me confirmó que esa es la universidad a la que Él quiere que asista después de que termine la escuela preparatoria.
En este momento, me estoy enfocando, precisamente, en terminar bien, mi tercer año de preparatoria.
Si Dios quiere, en agosto del 2019, asistiré a The Crown College para iniciar mis estudios para obtener mi título de Bachelor in Music Ministry.
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