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Reto Mes De Marzo

  • Lolis Durcik
  • 1 mar 2018
  • 3 Min. de lectura

Cuando se llega a hablar o a escuchar de humildad, el ser humano, por naturaleza, tiende a pensar en una persona de espíritu débil, una persona de carácter liviano, alguien que se deja pisotear;  sin embargo, las Sagradas Escrituras nos enseñan, a través de Sus páginas, que la humildad es una cualidad, es un indicador de fortaleza espiritual en el ser humano, es una virtud que consiste en poder reconocer las debilidades y fallas de uno mismo, y actuar sobre ellas en consecuencia. 

Una persona humilde conoce sus propias limitaciones y no tiene vergüenza de reconocerlas y tampoco de pedir ayuda... Lo opuesto a la humildad se llama soberbia, se llama orgullo.  

Salmo 138:6 dice: Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, mas al altivo mira de lejos."

Por esto, Jesús te hace una invitación, al igual que a mi, en Mateo 11: 29 "…aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón;…"

¿Cómo?  Despojándonos de nosotras mismas, reconociendo nuestras fallas delante de Dios, pidiendo Su perdón, Su gracia y Su fuerza para obedecer Su Palabra cueste lo que cueste: 

Fil 2:6-8 "…el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz."

Entonces:

1.- Ora cada mañana, o en tu tiempo devocional personal, antes de leer las Sagradas Escrituras y pide a Dios: "Escudríñame, oh Jehová, y pruébame; examina mis íntimos pensamientos y mi corazón." Salmo 26:2

2.- Lee las Escrituras con atención, anhelo y sed de que Dios Te muestre y, si te encuentras con un versículo que te incomoda, que te hace sentir mal delante de los ojos de Dios, entonces, ¡deténte!, ¡no lo ignores!, es el Espíritu Santo de Dios hablando a tu corazón y mostrándote esa área de tu vida que lastima tu relación personal con Él. 

Quizá Te está mostrando tu envidia, o tus celos, o tu amargura, o tu mal carácter, o tu  egoísmo, o tu falta de pureza, o tu codicia, o tu vanidad, o tu flojera, o tus palabras, o tus pensamientos, etc… No lo sé... puede  ser cualquier cosa… ¡Deténte!, ¡medita!, ¡acepta tu error! y pide perdón a Dios y Su ayuda. 

3.- Haz un compromiso con Dios de trabajar, concientemente, en esa área de tu vida.

4.- Piensa en los beneficios emocionales que te aportará la humildad. Te sientes mucho mejor con Dios, con los demás y contigo mismo. Paz y gozo inefables e inexplicables vienen a tu corazón porque son de Dios y sobrepasan el entendimiento humano.

5.- Realiza actos de servicio con nobleza y pureza es decir, haz algo que no esté empapado o vestido por algún tipo de interés personal.  Haz cada acto de servicio incondicionalmente, sin esperar nada a cambio, sin buscar aplauso para ti, sin tratar de sobresalir tú. Si has de buscar que alguien se vea mejor o aplaudido, entonces, que Ese Alguien, sea Dios.

6.- Pide perdón cuando cometes un error y vuelve a empezar con más ganas, más fuerza y más voluntad.

7.- Mantén siempre en mente y acepta con gracia, gozo y naturalidad de que siempre habrá personas que estén más preparadas o que sean más competentes que tú. Es importante ser humilde cuando alguien logra algo que. a tus ojos, le hacen ver mejor que tú: "...antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;..." Fil2:3

"... por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno." Rom 12:3

"Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran." Rom 12:15

8.- Recuerda que las personas de más éxito en la vida Cristiana y, aún en la secular, son las que se visten de humildad.

9.- Que tu reto y mi reto de este mes, y en adelante, sea, precisamente este: vestirnos de humildad.

10.- Cada victoria que tengas sobre tu soberbia u orgullo, ¡celébrala!, agradeciendo a Dios por eso y dándole todo el crédito a Él.

Proverbios 29:23 "La soberbia del hombre le abate;  pero al humilde de espíritu sustenta la honra."


 
 
 

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