top of page
  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon
  • Google+ - Black Circle
Buscar

"Nos llama a la santidad". Artículo #3

  • Sofia Alvarez
  • 24 feb 2018
  • 3 Min. de lectura

"Pero he tenido dolor al ver mi santo nombre profanado por la casa de Israel entre las naciones adonde fueron."

(Ezequiel 30:21)

Cuando leí este versículo, me llamó mucho la atención ver el dolor que le causaba a nuestro Señor, ver que su nombre era profanado por el pecado que cometía su pueblo, y me puse a pensar,

¿Cuántas veces no hacemos nosotras lo mismo?

¿Cuántas veces no nos hemos contaminado con el pecado de este mundo? Ya sea por la mentira, el enojo, el orgullo, la soberbia, la ingratitud, la desobediencia, etc, la lista puede ser muy grande, y al hacer todo esto nos olvidamos de que estamos profanando el nombre de nuestro Dios, y le causamos dolor.

Recordemos que al llamarnos "cristianas" y aceptar a Cristo como nuestro único y suficiente salvador, a partir de ese momento, llevamos el nombre de Cristo, y somos templo de su Espíritu Santo. ¿Te has puesto a pensar cómo ven los demás a Cristo en ti? Es más, te has puesto a pensar, ¿Si los demás pueden ver a Cristo en ti?

"¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? Si alguno destruyere el templo, Dios le destruirá a él, PORQUE EL TEMPLO DE DIOS, ÉL CUAL SOIS VOSOTROS, SANTO ES. "

(1 Corintios 2:16-17)

Dios nos llama a la santidad, quiere que dejemos de lado los placeres que podamos hallar en esta tierra por el pecado, y que busquemos cada día parecernos mas a él, porque somos su embajadores en esta tierra.

Dejemos de poner nuestra vista en las cosas temporales y pongámosla en aquellas que son eternas.

Como lo puede ser:

- Las almas pérdidas.

Hermana, señorita, te invito a que cada día busques llevar un testimonio que lleve a otros Cristo. Tú puedes ser ese mensajero de Dios para que otros conozcan a Cristo, y puedan ser rescatados de ese lago de fuego.

-La gloria de Dios.

También recuerda que tu y yo, si ya hemos sido salvas, ¡hemos sido compradas por el precio más alto!: la sangre de mi Señor Jesucristo. Así que nosotras ya no tenemos derechos, ahora, nuestro deber es llevar una vida que por agradecimiento, busque dar honra y gloria a Dios.

Y ahora, ¿cómo podemos llevar una vida en santidad?

Algo muy práctico es hacernos las siguientes preguntas:

¿Esto que voy a hacer da honra y gloria a Dios?

¿Le agradará a Dios lo que voy a hacer o decir?

¿Esto que voy a hacer, deja bien el nombre de mi Señor Jesucristo?

¿Esto que voy a hacer o decir es de edificación a los que me rodean?

Te aseguro que si empezamos a hacernos estas preguntas, varias cosas se verán descartadas de nuestra vida, sin embargo, estaremos obedeciendo a nuestro Señor.

"Como hijos obedientes, no os conforméis a los deseos que antes teníais estando en vuestra ignorancia; sino, como aquel que os llamó es santo, sed también vosotros santos en TODA vuestra manera de vivir; porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo".

(1 Pedro 1:14-16)

Hermana, Señorita, si tu y yo tomamos la decisión de separarnos y apartarnos de este mundo y del pecado, para llevar una vida consagrada a nuestro Dios, te puedo asegurar que él va bendecir nuestras vida grandemente y de formas que tu jamás nos imaginamos.

Así que, yo te ánimo a que pongas tu ojos en aquello que realmente vale la pena, y no te dejes llevar por aquello que el mundo te puede ofrecer, porque, al momento sí, puede causarnos cierto placer, pero, su fin es dolor y vergüenza.

"Busca llevar una vida que le cause alegría a tu salvador, y no un gran dolor de corazón".

Espero que les sea de bendición.

Dios les bendiga grandemente.

Sofia Alvarez B.


 
 
 

Comments


TRANSFORMADAS 2019

bottom of page