Sofía Álvarez Testimonio #2

Mi nombre es Sofía Álvarez Blanco. Nací el 2 de Octubre del 2001.

Por la gracia de Dios nací en un hogar cristiano. Desde que nací, el Señor me ha permitido pasar distintas pruebas, las cuales en su debido momento no lograba entender.

En el año 2009, a través de una predicación de mi Pastor José A. Aranday, Dios puso en mi corazón la necesidad de aceptarle como mi salvador, entonces levanté mi mano, y en compañía de mis padres en el altar, le pedí al Señor que fuera mi salvador. Pasaron los años, y Dios tuvo a bien llamar a Papá a servirle de tiempo completo; por lo cual mi familia y yo estábamos activos en la Iglesia apoyando a mi Papá en su preparación. Sin embargo, en el año 2015 en una Conferencia de Jóvenes, Dios habló bastante a mi vida, con certeza puedo decir que fue una de las conferencias que marcó y transformó mi vida. Y lo recuerdo muy bien, en una predicación del Pastor Miguel Ángel Reyes, Dios me habló sobre tener una fe personal, no como la de los egipcios que pasaron la mitad del Mar Rojo por la fe de Moisés. Y fue ahí cuando le dije al Señor que fuera mi Dios y no el Dios de mis padres. Confirmando así mi salvación.

Al final de esas mismas conferencias el Señor me llamó a través del mismo Pastor, con su enseñanza: "Salas o eres Pisoteado", a servirle de tiempo completo. Dios puso en mi corazón poder invertir mi vida en su obra, compartiendo de él con los demás. A partir de esa conferencia puedo decir que mi Dios transformó mi vida. Y fue cuando entendí que todas las pruebas que él que me permitió pasar fueron para mostrarme su gran amor y misericordia, para poder rendirle mi vida.

Actualmente estoy sirviendo en el ministerio de música de mi Iglesia, preparándome en el Instituto Bíblico de la misma, y trabajando como editora en el ministerio de "Transformadas".

Académicamente estoy cursando la Preparatoria.

Mi deseo y anhelo es poder ser de bendición a aquellas personas que me rodean y ser hallada fiel cuando mi Señor venga

¿Cómo ha sido el trabajar en “TRANSFORMADAS”?

Entrar en Transformadas, prácticamente fue un sueño y oración hechos realidad.

Desde que Dios me llamó a servirle, tenía el deseo en mi corazón de hacer algo por su obra, y como no podía salir de casa e ir y apoyar a otros misioneros, decidí usar las herramientas que tenía a mi alcance para hacer la obra de Dios.

Estuve orando a Dios por este deseo que tenía en mi corazón, y tiempo después me permitió conocer a Laurita Bobadilla, estuvimos orando por un mes y Dios me permitió entrar en este precioso ministerio que busca ser de bendición y edificación a señoritas.

El trabajar en este ministerio sin duda ha sido una grande bendición, pero sin duda también un gran reto que me anima a cada día tener una mejor comunión con mi Señor y buscar cada día ser de mejor testimonio para llevar a otras a mi Señor.